Cinco curiosidades de Luis Buñuel

Luis Buñuel, un director Español que se hizo mexicano y que el día de su fallecimiento (29 de julio de 1983) dejaría una huella inalcanzable y a su vez un legado, donde su influencia e importancia dentro del cine está a la altura de Welles, Hitchcock o Bergman.

El trabajo de Buñuel fue famoso gracias a su irreverencia y originalidad pues sus películas mostraban un componente poético, simbólico, inteligente y surrealista, donde el mismo describía a sus películas como descriptivas y objetivas es por eso que aquí están los cinco curiosidades que no sabías de Luis Buñuel

1. Disfraces de Buñuel

Buñuel gustaba de vestirse de sacerdote y vagar por bares de no muy buena reputación, amaba contemplar la reacción de las personas que se encontraban ahí; se sabe que una de sus peripecias fue asistir al Museo del Prado haciéndose pasar por guía de turistas acompañando a un grupo e inventando mil y un cosas sobre las obras que contemplaban.

2. Bien armado

Se sabe que Buñuel acudía a los estrenos de sus películas y en sus bolsillos siempre portaba piedras, se decía, tirárselas a los espectadores si no les gustaba su trabajo

3. Desperdicio de estatuillas

Buñuel tenía poco interés por obtener premios, una de sus declaraciones enunciaban: “Nada me disgustaría más moralmente que recibir un Oscar. No lo tendría en mi casa".”

4. Muy estudioso

¿Cuántas carreras te gustaría estudiar?

Buñuel no siempre fijó su vista en el cine, antes de hacer historia en el séptimo arte este director estudió Biología, filosofía y letras e historia; gracias a esto, su legado también incluye varios cuentos e historias breves, recopilados en Escritos de Luis Buñuel.

5. De “marista” a “perro”

Uno de sus grandes filmes fue “El Perro Andaluz”, guión basado en los sueños de Buñuel y Salvador Dalí (amigo entrañable del director) se dice que este guión fue escrito en seis días.

El primer título de “El perro Andaluz” era “El marista de la ballesta” y originalmente la cinta era muda y en blanco y negro, fue en el año de 1960 donde se le agregó una banda sonora supervisada por Buñuel