Calendario Azteca o Piedra del Sol.
El 17 de diciembre de 1790 se encontró este monolito azteca, cuya cara esculpida estaba vuelta hacia abajo, en la Plaza de Armas, hoy Zócalo de la Ciudad de México. Posteriormente lo trasladaron al pie de la torre occidental de la Catedral Metropolitana y en 1885 lo colocaron en una de las salas del Museo Nacional de Historia, en la actualidad la piedra del sol se encuentra en el Museo de Antropología.
El Calendario Azteca tiene un diámetro de 3.54 metros y un peso de más de 24 toneladas. Es una de las mejores expresiones El Calendario Azteca es una de las obras de arte precortesianas más hermosas de esta cultura azteca y es un monolito de los más admirados universalmente.
La roca que da origen al monolito se remonta hacía el año cero, cuando es arrojada en forma de lava por el volcán Xitle. Proviene del sur de la Cuenca de México, tal vez de San Ángel o del sur de Xochimilco.
El monolito sintetizó el conocimiento astronómico que los antiguos mexicanos habían desarrollado hasta antes de la conquista española
Probablemente en náhuatl fue llamada Ollin Tonatiuhtlan que significa “Tonatiuhtlan de Ollin” o “Sol de Movimiento”. Esta manera de llamarle tiene relación con la forma en que, según la cosmogonía mexica, se espera que termine la era del Quinto Sol (la era actual). Se dice que “Ollin Tonatiuh” finalizará con una serie de enormes y devastadores terremotos.