Arte y Barbie
La artista conceptual Annelies Hofmeyr tuvo la idea de representar con ironía la esposa promedio utilizando a la muñeca Barbie ya que esta a su vez representa los estereotipos de la mujer.
Barbie. Esta muñeca es la típica mujer de medidas perfectas, tez clara, cabello platinado, ojos azules y sonrisa brillante con la que cualquier hombre sueña; al menos ésa es la idea que Mattel nos ha vendido. Por lo tanto, tenía que ser ella la que también interpretará el papel de la esposa trofeo.
Y quien es la esposa trofeo y su pareja es un contrato inmejorable en el que ellas adornan a sus hombres como una reluciente estatuilla tallada a mano y bañada en oro. Mientras ellos las accesorizan con su poderosa cartera para ser admirados por sus colegas, socios, jefes, clientes, amigos y familiares como el hombre que lo logró todo. Una fortuna, un puesto poderoso, una casa perfecta, un jardín impecable, tres autos en el garage, un perro, dos hijos hermosos y por supuesto, una trophy wife idéntica a Barbie.
El sueño de convertirse en la mujer perfecta se transforma en una pesadilla que sólo ellas conocen cuando las puertas de la jaula de oro se cierran. La realidad de todas la mujeres que aspiran a ser ese estereotipo es una vil tortura que las mantiene en un estado antinatural de perfección absoluta.
Barbie no llora, vomita, menstrúa, habla, siente, grita, duerme, sufre, engorda ni envejece; pero las mujeres sí lo hacen. Por ello el anhelo de ser el plástico perfecto para el esposo “perfecto” no es tan maravilloso como se piensa; el precio de ser una esposa trofeo es bastante alto.