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Carlos Espinoza Avalos

Di no a las mascotas exóticas


A muchos de nosotros nos gustan las mascotas y nos gusta ver videos de animales, las redes sociales nos permiten conocer y ver animales salvajes que no son mascotas pero que por alguna razón la gente los tiene en sus casas, los graba y los publica como el ejemplo del lémur de cola anillada quiere que le rasquen la espalda, y cuando dos niños acuclillados a su lado dejan de hacerlo, el animal habituado toca el punto, como exigiendo que sigan frotando.

Y claro su popularidad es comprensible. Con ese pelaje afelpado y su mirada adorable, el pariente lejano de los simios es irresistible. Y a simple vista, el video es realmente gracioso: no todos los días ves un animalito mandón exigiendo que le rasquen.

Pero en opinión de los ambientalistas, la grabación nada tiene de linda o simpática, porque pasa por alto el contexto crucial que demuestra las graves amenazas que encaran los lémures, dice Kim Reuter, bióloga de la conservación en la oficina de Nairobi de Conservation International, organización no lucrativa.

Los lémures viven eminentemente en Madagascar, y están desapareciendo de los bosques secos que solían poblar. Los lémures de cola anillada y muchas otras de las más de cien especies de lémures se encuentran en peligro de extinción, sobre todo por la destrucción de sus hábitats, pero también por el comercio de especies exóticas.

Según una investigación publicada el año pasado, en los últimos cinco años se han detectado alrededor de 28,000 lémures tenidos como mascotas domésticas. A principios de este año, National Geographic informó que incluso algunos hoteles de Madagascar mantienen lémures como mascotas como un medio para atraer huéspedes. También se ha establecido que los propietarios privados prefieren los lémures de cola anillada.

“Videos como este socavan todas las iniciativas de conservación que han estado esforzándose en comunicar el mensaje de que los lémures son animales salvajes en peligro de extinción”, acusa Reuter.

Y no solo son lémures los que terminan envueltos en el frenesí de los medios sociales. Imágenes de tendencia crean la falsa impresión de que todo tipo de animal amenazado podría ser una mascota aceptable, solo porque es lindo.

Tomemos el caso del tití pigmeo, un mono pequeño en peligro de extinción, con gran demanda en las tiendas de mascotas chinas y que casi siempre muere en cautiverio. O los perros mapache, animales que parecen mapaches, pero que en realidad son miembros salvajes de la familia de los cánidos, como los zorros y los lobos, y que pueden diseminar enfermedades y volverse muy difíciles de controlar.

Loa ambientalistas consideran esto un crimen y crean reportajes como la Unidad de Investigaciones Especiales (SIU) de National Geographic, dedicada a los crímenes contra la fauna.

Fuente: Autor: Jani Actman Fecha: 2016-08-23 National Geographic en Español

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